El 1 de marzo de 1948 el Estado
Argentino nacionalizaba los ferrocarriles (hasta entonces en manos de empresas
privadas inglesas) dando así un nuevo impulso al proceso de industrialización
que se encontraba en marcha. Dicha nacionalización incluyó 25mil propiedades
entre las que se encontraban puertos, empresas eléctricas, de tranvías, de transporte
automotor, hoteles, etc. Estuvo acompañada, además, de la creación de las
escuelas técnicas. Desde entonces, se celebra el día del ferroviario.
Aprovecho este día para
invitarnos a pensar el transporte en Argentina. Es bien sabido que el
ferrocarril es de los medios de transporte más eficiente de todos, solo
superado por el fluvial o marítimo. Sin embargo, desde hace un tiempo, se viene
planteando una falsa dicotomía entre camiones y trenes, entorpeciendo la
posibilidad de un debate profundo sobre el tema. No debe ser visto como una
relación de competencia entre camiones contra trenes, sino como una relación de
complementariedad. Trenes, camiones y barcazas.
Es posible combinar las ventajas
de cada medio disponible. Pero además, teniendo en cuenta que Argentina es el
octavo país más extenso del mundo, contar con un sistema de transporte
integral, que combine de manera virtuosa los distintos medios en base a las
particularidades de las regiones es un imperativo estratégico. Es deber
ineludible del Estado pensar, planear y llevar a cabo lo necesario para
lograrlo.
Lamentablemente hoy, el gobierno
de la provincia de Buenos Aires decidió cerrar Ferrobaires dejando a 1500
trabajadores en la incertidumbre y la desesperación. Pero junto a esas 1500
familias se encuentran cientos de pueblos que ya no van a ver pasar el tren por
sus estaciones, cientos de productores regionales que no van a poder colocar
sus productos en los mercados, cientos de trabajadores que van a tener que
gastar más dinero para poder llegar a sus trabajos, cientos de estudiantes van
a tener que dejar sus estudios, etc. Es preocupante volver a vivir lo que
creíamos haber dejado atrás.
El ferrocarril es un activo
estratégico para cualquier país que pretenda desarrollarse industrial, cultural
y económicamente. El tren ES desarrollo. Interconecta pueblos, favorece a las
economías regionales, transporta productos a bajo costo, descongestiona las ya
colapsadas rutas terrestres, genera trabajo, demanda una industria pesada que
lo sustente, permite que los trabajadores lleguen a sus trabajos, fomenta el
turismo, etc.
En otras palabras, no potenciar
el sistema ferroviario argentino atenta contra las posibilidades de desarrollo
de nuestro país.
Feliz día del ferroviario.
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